Evolución de la ciencia ficción: del papel a la pantalla

Situemos dónde situemos el origen, es indiscutible que la evolución de la ciencia ficción la ha llevado desde la tinta del papel impreso hasta la luz y los efectos especiales del cine. No deja de ser una especie de justicia poética, de mudanza coherente: si te dedicas a especular sobre los avances tecnológicos, tu soporte ha de ser el más tecnológico. 

Desde la tímida separación de la literatura fantástica y la cuestionable calidad de los tiempos del pulp, la literatura de ciencia ficción tuvo su época dorada de lectores, pero pocas veces ha sido considerada con pleno derecho por los críticos. Esto la fue arrinconando en una posición de subproducto, de género, de nicho. Yo lo considero injusto pero claro, lo que yo piense me importa a mí, y a veces tampoco.

Si acabas de llegar, este post es un índice.

evolución de la ciencia ficción

Sin embargo, es curioso como, mientras lo literario se dejaba caer por el terreno de lo marginal, en el cine se da un trayecto contrario: las películas de ciencia ficción gozan de cierto prestigio y consideración, además de éxito comercial. Y además lo hacen sacando provecho de las bondades del género, sin necesidad de evitarlas: el cine de ciencia ficción no duda en realizar preguntas trascendentales. 2001, Matrix, Alien o hasta Parque Jurásico (sí, se puede considerar Parque Jurásico como ciencia ficción: un avance genético, los riesgos de un mal uso de la ciencia, Spielberg en la dirección…¿qué más prueba de pertenencia se puede pedir?), entre muchas otras, podrían ser una muestra de esto que digo.  

Los orígenes literarios de la ciencia ficción y sus primeras versiones

Me gusta considerar a Mary Shelley como la madre del género con Frankenstein. Del mismo modo, H.G. Wells tiene todo el derecho de considerarse el padre. Pero me temo que si dejo fuera a Julio Verne, alguno se me enfada (aunque yo tengo mis reparos con esto). Si el camino de la evolución de la ciencia ficción transita del texto a la imagen, es pertinente revisar en qué momento comienza este traslado.  

Frankenstein y la estética del terror

La novela Frankenstein se publicó en 1818. Me resulta impresionante como una jovencísima Mary Shelley, en una estancia en la casa de Lord Byron durante su luna de miel, escribe semejante obra, pionera de la ciencia ficción y el terror científico, y una revisión de Prometeo. La influencia en su época resulta innegable, dentro de un movimiento también conocido como «novela gótica». 

Esta estética sombría se popularizó en las ediciones ilustradas de la obra, todavía en el siglo XIX, durante la época victoriana. El monstruo trágico y grotesco que transita con su soledad por paisajes lúgubres y oscuros laboratorios. 

Frankenstein 1910

No es de extrañar que fuera una adaptación de Frankenstein una de las primeras películas de terror:  Frankenstein (1910) de J. Searle Dwaley, un cortometraje de 14 minutos producido por Thomas Alva Edison.

Si queremos encontrar el primer clásico y la estética habitual del monstruo, hemos de ir 21 años adelante en el tiempo. El Frankenstein (1931) de Boris Karloff, cuyo impacto trasciende aún las generaciones.  

Verne, el futurismo en la literatura, la ilustración y el cine

Seguro que aparte del éxito de las obras de Julio Verne se debía al minucioso trabajo de grabado de ilustradores como Édouard Riou y Alphonse de Neuville. La obra de Verne nació con su estética propia y modernista, y que sigue vigente, en cierto modo, a través del Steampunk

20000 leguas de viaje submarino

Un autor de su influencia debía ser trasladado al cine de forma temprana. Le Voyage dans la Lune (1902) de George Mélies es una adaptación libre de De la Tierra a la Luna, respetando la estética fantástica y la atmósfera onírica de la obra original. Una de las primeras películas de ciencia ficción.

H. G. Wells: especulación científica 

Si de Verne destacan los grabados, en las ediciones de Wells las portadas eran las encargadas de generar el primer impacto. Invasiones alienígenas, máquinas increíbles o humanos extrañamente modificados eran el primer reto a la imaginación.

La isla del Dr Moreau

Su presencia en el cine no fue tan temprana como en el resto de los casos. La vida futura (1936) se basó en La forma de las cosas por venir. Sin embargo, sus utopías y distopías, como La máquina del tiempo, El hombre invisible, La isla del Dr. Moreau, han servido de inspiración a otras muchos argumentos.

Sin embargo, la adaptación más impactante de una obra de Wells fue la emisión radiofónica de La guerra de los mundos en 1953. Medio mundo creyó estar siendo invadido de verdad por alienígenas, lo que generó olas de pánico y alguna que otra tragedia. 

Los inicios del cine de ciencia ficción

Mientras la ciencia ficción llegaba a Estados Unidos de la mano de Hugo Gernsback, y los relatos comenzaban a fluir por las hojas de la dudosa celulosa, el cine primitivo adapta a Verne en Viaje a la Luna (1902) o Veinte mil leguas de viaje submarino (1916). Los efectos especiales precisaban de auténticos artistas y artesanos. Se fusiona la ciencia ficción con humor y también con terror, como en las adaptaciones de Frankenstein.

Fue el cine europeo de los años 20 el que descubre el potencial social del género, combinándolo con las posibilidades predictivas. 

Aelita, Reina de Marte (1924) de Protazanov, muestra cómo una revolución puede tener el efecto contrario al pretendido. Para el argumento utiliza como base una obra del escritor de ciencia ficción y novela histórica Aleksei Tolstoi (no confundir con Lev, un pariente muy lejano). 

Lógicamente una película así no iba a ser un éxito en la Unión Soviética, pero tuvo tiempo suficiente para influir a la gran corriente cinematográfica del momento, el expresionismo alemán, a través de la estética de una de sus mayores obras y, también, el primer gran clásico de la ciencia ficción: 

Metropolis ciencia ficción en el cine

Metrópolis (1927) de Fritz Lang, basada en una novela de Thea von Horbau. Lucha de clases, el impacto de la tecnología en la sociedad y un potencial visual inmenso para el futuro del género. Una obra maestra del cine mudo que aún resuena en la ciencia ficción contemporánea.

La era de los efectos especiales y la ciencia ficción moderna

Con el avance de la tecnología, el cine, especialmente el cine de ciencia ficción llega a la modernidad. Mientras la literatura deja atrás su edad de oro y analiza las posibilidades de una mayor profundidad psicológica en la nueva ola, la televisión abrió sus puertas a tramas más complejas y elaboradas.

Doctor Who ciencia ficción en la televisión

Doctor Who jugaba con el tiempo de forma aventurera y creativa en la televisión británica, mientras Star Trek viajaba por el espacio abordando la utopía, los derechos sociales y la diplomacia desde las profundidades de la guerra fría.  Grandes escritores del género participaron también en la inquietante The Twilight Zone (La dimensión desconocida), que podría verse como un precursora de la contemporánea The black mirror

Star Trek ciencia ficción en la televisión

Mientras tanto, en el cine, con sus mayores limitaciones de tiempo, aparecen los primeros grandes clásicos, con 2001: Una odisea en el espacio (1968) como principal exponente. La conjura de Stanley Kubrick y Arthur C. Clarke produjo una obra sin precedentes, un desafío técnico, visual y filosófico. 

2001 una odisea espacial evolución de la ciencia ficción

A finales de esta época aparece Star Wars (1977), que  no deja de ser una historia de aventura y fantasía, más que ciencia ficción exactamente.

El impacto cultural de la ciencia ficción audiovisual

El clímax de la evolución de la ciencia ficción en lo popular

Es a partir de los 80 cuando el equilibrio entre lo audiovisual y lo literario se inclina por este primero definitivamente, con una serie de obras de gran éxito y, también, gran calidad.  

Si bien puedo insistir en poner en peligro mi integridad física diciendo que Star Wars es fantasía (lo que es, es), es innegable decir que su ubicación en un futuro indeterminado dentro de un imperio galáctico facilitó, seguramente, el acercamiento del gran público a la ciencia ficción. Lo que no hubieran logrado ya Star Trek y 2001.

Alien ciencia ficción en el cine

En 1979 aparece Alien, el octavo pasajero, una obra maestra a la par que tenebrosa y terrorífica. La complejidad psicológica de los personajes, una apuesta estética ultra realista (alejada de la pulcritud de laboratorio de todas las naves espaciales descritas hasta entonces), trama con su dosis justa de conspiración corporativa: Alien posiblemente hubiera acojonado al mismísimo Lovecraft. Se puede rescatar la secuela Aliens (1986) desde una perspectiva de entretenimiento y acción, pero nada de lo que vino después.

Blade Runner (1982) apareció poco después, con un omnipresente Harrison Ford. Para muchos es insuperable en el cine del género. Blade Runner toma prestado el argumento de ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? de Philip K. Dick. O más bien lo roba, pues este nunca quiso ser guionizado (un odio a Hollywood que compartía con Isaac Asimov). Un clásico que ha llegado más allá de Orión.  

Blade Runner 1982 evolución de la ciencia ficción

Terminator (1984) y Terminator II (1991) exploraron, como 2001 o Blade Runner, el tema de la inteligencia artificial.

Gattaca

Durante los 90 la tendencia se confirma, con grandes películas no debidamente reconocidas como Gattaca (Andrew Niccol, 1997) o ampliamente celebradas por el éxito comercial y de crítica (que parece ser algo que la inteligencia artificial consigue desde hace décadas): Matrix (1999).

Matrix 1999 evolución de la ciencia ficción

En el siglo XXI se mantiene sin alcanzar las altas cotas artísticas del pasado, pero a niveles respetables. Origen (Nolan, 2010), Interstellar (Nolan, 2014), La llegada (Villeneuve, 2016), Dune (Villeneuve, 2021) o Marte (Scott, 2015) mantienen un nivel muy digno, quizá sin llegar a las cotas de los clásicos o, incluso, al de algunas ilustres ausencias: Stalker y Solaris de Tarkovski, Encuentros en la tercera fase o E.T. el extraterrestre de Spielberg, por ejemplo. A ver, que este post es muy largo, no cabe todo.

Stalker Tarkovski

Adaptaciones literarias 

Si el interés por la ciencia ficción ha virado de lo literario a lo audiovisual, lo es en parte por la testarudez de los escritores del género: son ellos quienes siguen alimentando la maquinaria de Hollywood con su perseverancia. 

Historia de tu vida adaptaciones de ciencia ficción

Como sucedía con Dick y Blade Runner, La llegada se basa en una novela corta de Ted Chiang, Historia de tu vida. Minority Report vuelve a forzar al difunto Dick. Marte se basa en la novela perfectamente documentada de Andy Weir. Dune, claro, está tirando el clásico de Frank Herbert. El huidizo para la pantalla Asimov tiene su serie televisiva de Fundación. Y hasta Robert Heinlein está siendo interpretado en la pantalla: Starship Troopers, o Predestination, sobre All you zombies

The Martian

Conclusión: solo hay dos cosas infinitas, el universo y los viajes de la ciencia ficción por el espacio  

Como cualquier otro género, la ciencia ficción se mantiene en continua evolución. Corre el riesgo de no saber interpretar su tiempo, anclarse en tópicos antiguos, centrarse en audiencias especializadas jeans a lo literario. Pero a la vez, por su propia definición, pocos géneros pueden ser más inmunes al miedo a construir su futuro. Es difícil creer que el interés de la humanidad por las consecuencias futuras de sus actos presentes cese de crear grandes obras literarias.

Nuevas tecnologías como el metaverso, las realidades aumentadas y virtuales, y la sorprendentemente omnipresente inteligencia artificial ofrecen incontables oportunidades y preguntas, valga la redundancia. 

Y tú, ¿qué opinas? ¿Está todo escrito en la ciencia ficción? ¿Es un reducido nicho el único ambiente propicio para su supervivencia? ¿Conseguirá, como deseaban Dick o Le Guin, hacerse un hueco entre la literatura con mayúsculas (sea eso lo que sea)?

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