Aunque parezca algo obvio, es posible que no sepamos decir qué es la ciencia ficción. De hecho, después de leer este artículo, posiblemente sigas sin saberlo, aunque por lo menos lo tendrás mucho más claro. Lo de que no lo sabes, me refiero.
Ten en cuenta que este post pertenece una serie en la que quiero recopilar todo sobre ciencia ficción: «Explorando la ciencia ficción».
Qué es la Ciencia Ficción: discutiendo el concepto con el fin de discutirlo
El Origen del término
Se dice, y no tengo ningún interés morboso en discutirlo, que fue el editor de origen luxemburgués Hugo Gernsback, quien acuñó el término «ciencia ficción» por primera vez. Gernsback fue el editor de una revista, Amazing Stories, de importancia capital para el género.
Una de las características más llamativas de Amazing Stories era su panel de expertos: formado por reputados científicos, profesores universitarios y trabajadores de museos, revisaban la exactitud de la ciencia contenida en las historias. Gernsback también animaba a los escritores a explicar los detalles científicos de sus obras, a señalar las incongruencias de los textos de otros e incluso premiaba a los lectores que encontrasen errores científicos en los relatos.
Gernsback decía que una historia de ciencia ficción ha de ser «un 75 por ciento literatura, tejida con un 25 por ciento de ciencia». En su propia definición del género decía:
«La ciencia ficción son historias intercaladas con hechos científicos y visiones proféticas que ofrecen no solo entretenimiento, sino también ilustraciones de lo maravilloso que la ciencia puede lograr en el futuro».
Gernsback tenía fama de pagar tarde y mal los derechos de autor de los escritores, lo que le generó el amable sobrenombre de «La rata Hugo» por parte de H.P. Lovecraft. Es cierto que sus revistas y negocios iban quebrando uno tras otro, entre prácticas cuanto menos discutibles. De cualquier modo, los premios más importantes de la ciencia ficción, los «Hugo Awards», llevan su nombre como reconocimiento a su paternidad del género en Estados Unidos.
Buscando patrones en la ciencia ficción
Pero además del de Gernsback, ha habido muchos más intentos de definir la ciencia ficción, asegurándose entre todas de que no nos quede en absoluto claro qué es la ciencia ficción.
A fin de cuentas, según Ray Bradbury:
«la ciencia ficción es cualquier idea que suene lo suficientemente loca como para que un editor diga: ‘¡Eso no puede pasar!».
Un problema recurrente de la ciencia ficción sería acertar en sus predicciones. El viaje en globo o el viaje submarino de Julio Verne hoy ya no tienen nada de especulativo, aunque sí lo fueran en su momento. Lo mismo pasaría con el viaje a la Luna, una idea recurrente.
Por tanto, parece que debe haber algo más, no resulta serio que un texto cambie de género en función de los avances tecnológicos posteriores a su escritura. La ciencia ficción gira en torno a una especulación, a priori poco creíble en la sociedad contemporánea. La idea loca de Bradbury.
Gran parte de la literatura de ciencia ficción se resumiría como respuesta a una pregunta tipo What if… ante una hipótesis a priori demasiado lejana del horizonte de posibilidad humano: ¿Qué pasaría si viniesen extraterrestres? ¿Qué pasaría si construyéramos robots inteligentes y conscientes? ¿Qué pasaría si pudiéramos viajar en el tiempo?
Esta sorpresa ante una hipótesis «imposible» despierta la curiosidad del lector ante nuevos mundos, seres o sociedades, a la vez que permite desplegar dudas filosóficas, éticas y existenciales.
Pero hay algo más. Todo esto no implica ser científico, y la ciencia es parte del nombre. Así que debe haber un interés por las consecuencias de los descubrimientos y avances científicos y tecnológicos. Ese ejercicio de «¿Qué pasaría sí…?», como exigía Hugo Gernsback, debe sustentarse en un avance científico o tecnológico, debidamente documentado aunque especulativo.
Si en los inicios esta especulación se centraba en la física, actualmente se pueden encontrar otras ciencias como sustento de la especulación científica: psicología, antropología, historia y en general las ciencias sociales forman ya parte de la literatura del género.
Definiciones de Ciencia Ficción
Todo sigue estando muy abierto, ya que cualquier ciencia natural, tecnológica o social puede ser susceptible de especulación, y por tanto de formar parte de la ciencia ficción. Es curioso que la definición de ciencia ficción plantea dudas similares a las que despierta el propio universo: ¿tiene límites? ¿se expande o se contrae? ¿Cuándo se inicia?
Definiciones durante la edad de oro
Tras las dos décadas del Pulp de los años 20 y 30 del siglo XX, llegaría la llamada edad de oro de la ciencia ficción. Si fue tal, tiene sentido buscar allí la definición. Comenzamos con Isaac Asimov:
«La ciencia ficción se puede definir como la rama de la literatura que se ocupa de las reacciones de los seres humanos ante los cambios de la ciencia y la tecnología».
Para Robert Heinlein el tema es más aventurero:
«Una obra de ficción científica es la narración de una invención o descubrimiento imaginario en las ciencias naturales y las consiguientes aventuras y experiencias…»
Que viene siendo lo lógico si eres el autor de Starship Troopers.
Mientras que Arthur C. Clarke decía:
«La ciencia ficción es algo que podría suceder, pero que normalmente no querrías que sucediera».
Esta última definición la sitúa en un terreno un tanto distópico, algo que casualmente no es evidente en la obra de Clarke.
Definiciones durante la nueva ola
Los autores posteriores a esa edad de oro fueron quienes realmente supieron trasladar el foco físico y tecnológico hacia otras ciencias y preocupaciones más humanas. Esto significa haber interpretado bien la esencia del género, más allá de la pura anécdota tecnológica o la paradoja física, para trasladarlo al terreno de la literatura sin complejos.
Philip K. Dick decía:
«Ésta es la esencia de la ciencia ficción, la dislocación conceptual dentro de la sociedad se genera en la mente del autor y se traslada al papel».
Vale, que quizá no quede muy claro. Ursula K. Le Guin, que luchó por separar la ciencia ficción de la era pulp, por situar a Dick junto a Dickens y no junto a la fantasía juvenil, daba una suerte de proceso creativo:
«Se supone que el escritor de ciencia ficción debe tomar una tendencia o fenómeno del aquí y ahora, purificarlo e intensificarlo para lograr un efecto dramático y extenderlo hacia el futuro. “Si esto continúa, esto es lo que sucederá”».
Kurt Vonnegut, que rara vez es considerado como merece dentro del género, y que escribió un ensayo sobre el mismo en los 60, donde dijo:
«Los escritores de ciencia ficción, como todos los buenos escritores, se centran en la naturaleza de los seres humanos pero también prestan atención al mundo cambiante que los rodea».
Es decir, para Vonnegut, y en cierta medida para la generación de «la nueva ola», se trata del cambio en los personajes, provocado por los cambios externos, que son los que tienen un carácter científico especulativo.
Un resumen extraño: conclusiones
Cuando uno piensa que un post de blog ha de tener, como mucho, entre 1000 y 1500 palabras, piensa que aquello es excesivo, difícil de llenar. Sin embargo, tengo la sensación de que apenas he empezado a responder la duda inicial: ¿Qué es la ciencia ficción?
Recopilo por si puede quedar algo más claro:
- Literatura mezclada con ciencia
- Una idea loca e imposible que acaba sucediendo
- Literatura ocupada en analizar la reacción humana ante los cambios tecnológicos
- Las aventuras de la humanidad tras un gran descubrimiento
- Algo que puede suceder y da miedo
- Una movida rara que dice Dick
- Una tendencia o fenómeno actual proyectado al futuro
Aunque creo que este post no quedará completo hasta una segunda parte, al menos con una serie de características universales del género, sí creo que, viendo los puntos anteriores, las claves quedan dichas. Particularmente opino que Asimov, Vonnegut y Le Guin definen lo que yo considero que es, o debe ser, la literatura de este género.
¿Tú qué opinas? ¿Te parecen correctas estas definiciones? ¿Son suficientes o habría que ampliarlas? Dímelo en los comentarios.
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